Intolerancias, alergias, reacciones inesperadas, indisposiciones. Gluten, anisakis, lactosa… El mundo se desmorona. Menos mal que están Gigi y su Kint Bistró para acudir al rescate. Nunca ha habido tanto revuelo y debate alrededor de las dietas. El nutricionismo serio por un lado y el postureo más bobalicón y desinformado por otro. Da igual, en Kint Bistró puede comer todo el mundo y, además, lo más importante, puede gustar a todo el mundo.
Kint Bistró: sabor y frescura de mercado libre de alérgenos
Foto: crudo de gamba asiático en el Kinto Bistró
Gianluigi Maria Pieri llegó a España en 2007 con ganas de liarla. Pero debía (re)surgir de una experiencia traumática relacionada con sus propias intolerancias alimenticias. Hubo que esperar a 2016 para que el simpático italiano hiciera de la necesidad una virtud y montase en pleno boom gastronómico del Mercado de Vallehermoso su puesto de comida #paratodos.
Kint Bistró ocupa un rincón dedicado al “disfrute compartido y no excluyente”. Sus platos están pensados para el mayor número de personas posible. Y con la materia prima del mercado, es decir, productos frescos, fiables y de primera calidad.
Fotos superiores: pinchos de tortilla, con cebolla, con pimiento o con setas
Kint responde a las cuatro primeras letras de la palabra Kintsugi, esa ancestral técnica japonesa que utiliza una lámina de oro, plata o platino para recomponer los fragmentos de un objeto roto, generalmente de cerámica. Carpintería de oro en su traducción literal, revalorización estética y hasta espiritual de algo que cobra una nueva vida, como las vidas que Gigi quiere recomponer por su desfragmentación alimentaria.
Foto: risotto al funghi en el Kinto Bistró
Hasta ahora, Kint unía a Gigi con el chef Marco Bozzolini, amigo de la infancia del que acaba de disociarse profesionalmente y del que pronto tendremos noticias gracias a un proyecto muy curioso que une comida y arte. Pero Kint Bistró continúa con su personal cocina de autor apta para estómagos delicados y paladares algo exigentes que combina los productos españoles con técnicas e inspiración italiana, francesa o de otros mundos.
Foto: palomitas de bacalao en el Kinto Bistró
La apertura en Kint, con cerveza, vino o vermú en mano, obliga a probar uno de los mejores aperitivos de todo el mercado: crudo de gamba asiático, una delicia de gambones (sin gluten y sin lactosa, claro) servidos con un aliño especial y confidencial. Algo sosos resultan los pinchos de tortilla, con cebolla, con pimiento o con setas. No están mal las lágrimas de pollo, aunque no dejan de ser tiras de pollo rebozadas (sin gluten, lactosa ni frutosa).
Foto: falda de ternera a baja temperatura en el Kinto Bistró
Más sabroso es el risotto al funghi, con arroz carnaroli (mejor que el bomba para esta receta), setas y parmesano (sin gluten ni lactosa sobre pedido). Divertidas y originales las palomitas de bacalao, mitad brandada, mitad buñuelos, cuyo rebozado crujiente es de maíz, lógico. Por último, también sin gluten ni lactosa, la falda de ternera con especias, flambeada con ginebra cítrica Terrum y una reducción de vino tinto.
Foto: tarta de chocolate en el Kinto Bistró
De postre, recomendado el flan de la casa, casero, sin gluten ni lactosa, aunque por el que hay que pegarse es la tarta de chocolate, caso aparte en este puesto que da más color aún y más libertad a un mercado que ya es una pequeña meca de la gastronomía callejera en Madrid.
Foto: Gianluigi Maria Pieri (Gigi) con su amigo el chef Marco Bozzolini, en una etapa anterior
Fotos: Miguel Á. Palomo y Kint Bistró
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Kint Bistró
Mercado de Vallehermoso, puesto 27-28
Tel. 917 55 64 22
kintfood.com
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