Madrid se expande. Como ocurre en las grandes ciudades, el centro es sólo una parte de su organismo vital y cada vez hay más barrios periféricos con peso específico. En los márgenes de Prosperidad, un local llama la atención por sus cristaleras y su pintura amarilla. Es Buddy & Beer, un local donde podemos probar 30 cervezas diferentes de Madrid y alrededores y comer como si estuviéramos en las calles de Bangkok. Combo perfecto.
Buddy & Beer: cervezas de Madrid y comida callejera del mundo
No es que estemos en el extrarradio. El barrio de la Prospe está intramuros (M-30, mediante) y lleva décadas en el circuito con lugares de referencia como el Wild Thing. Ahora estamos viendo que se pone al día con restaurantes que empiezan a salir en los papeles. Uno que ya está en nuestro radar es Buddy & Beer en su nueva vida tras haber sido pub irlandés, transformado desde hace escasos meses en taberna colorida y simpática fundamentada en cervezas artesanas y un street food sabroso e interactivo. Y a precios asombrosos para lo que está cayendo.
Tabernas de este estilo hemos visto muchas, pero insistimos en que lo que importa es siempre la cocina. Que esté todo rico. Que tenga sentido. En Buddy & Beer se han repintado de blanco y amarillo algunas maderas oscuras y tristes. Las paredes se han alegrado con “muñecajos”. Se tira de barra y taburete, se tiran rubias de barril. Se habilita una terraza para el fumeque. Pero Buddy & Beer, en manos de cuatro socios, es algo más que un bareto de cañas y fútbol. Que también lo es.
La idea es poder picar o sentarse más reposadamente, según se dé. La carta es invención de Dani Uzcategui, chef venezolano que tuvo su momento en Perrachica. Le gusta jugar a los contrastes, con los dulces y los picantes, al viaje por la gastronomía global, de México a Japón, de Tailandia a España. Se puede empezar por unas croquetas de ají de gallina o por unos socorridos baos de butifarra, bien rellenos y con un ligero toque picante; funcionan los saam de solomillo, pero nos hacen tilín las alitas de pollo asadas a baja temperatura servidas en un bol de arroz y con una jarrita de curry aparte. Modo de empleo aconsejado: desmenuzar las alitas con los cubiertos y mezclar la carne con el arroz y la salsa para convertirlo en un platazo de curry.
Llaman la atención los bocaditos de atún, un tataki marcadito sobre una original base de arroz crujiente empanado, un caramelo de jengibre y unas hebras de remolacha. Curiosísimo. Gusta el poke y la olla ardiente de mejillones con leche de tigre. Pero sobresale el bol de laksa de gambón y curry rojo con fideo oriental, una suculenta sopa malaya que enciende el paladar como pocos platos.
De vuelta a la carne, varias opciones más: las costillas coreanas asadas a 80º durante 12 horas o el dombury tonkatsu con arroz jazmín, papada empanada y salsa oriental, además de una hamburguesa de angus y un satay de pollo. Ah, y el steak tartar sobre tuétano, plato para no-iniciados al poder enmascarar el fino y algo escaso velo del hueso con un adobo y la yema de huevo.
Esperan los postres: un brownie, un frasco con tres leches y, sobre todo, la tarta de queso con ralladura de lima y flambeado de tequila, todo un acierto por lo esponjoso del pastel, el frescor de la lima y la gracia del espirituoso. Un fin de fiesta que supera las expectativas de una simple taberna de comida viajera. Un viaje que debe ser convenientemente acompañado de cervezas artesanas, enfriadas al gusto madrileño y que conforman una completa carta de referencias de proximidad. El personal nos aconsejó según nuestros gustos y orden de comandas: de menos a mayor intensidad, una Madrí, una Gastro Madrid, una Chamberí y una tostada Senador Volstead, manchega y con un irresistible punto de bourbon. No está mal para no haber salido de Prosperidad en este Buddy & Beer de horario casi ininterrumpido.
Menú canalla de Buddy & Beer: dos platos de carta, bebida y postre por 15 euros.
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Buddy & Beer
Calle Pradillo, 30, Madrid
Tel. 915 15 39 74
buddyandbeer.com
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5 de diciembre de 2018 a las 11:23
Breathe :otro de los grandes y siempre sorprendentes proyectos de González&Jacobson arquitectura, quién además de ser el creador de un diseño socialmente responsable y respetuoso con el medio ambiente, marca un antes y un después en el panorama arquitectónico de la zona con este restaurante singular, en el que los espacios invitan al relax y la calma, al disfrute y el deleite de los sentidos, a la conexión con la naturaleza. Durante el desarrollo del proyecto, en González&Jacobson no sólo han actuado como creadores y diseñadores, sino que se han erigido como verdaderos directores de orquesta coordinando magistralmente todas las disciplinas intervinientes para que el resultado sea sencillamente excepcional. Un Must de Marbella que no te puedes perder.