Humo de rave en Italia. Bajo del avión y voy en coche por la región del Véneto. La estepa, el frío. Estoy muy cerca de Venecia, muy cerca del grial de la bienal en medio de un día que tiene un tono legendario con esta niebla tan espesaza y un frío apetecible. Es un día silencioso con humo mentolado de rave, precioso, como de mañaneo elegante con visibilidad de mala a hostia fija que te deja ver entre tanto jaleo gris medio, algunos Árboles centenarios, cipreses, arconadas y esculturas clásicas que decoran los jardines de las casas. Brazos de piedra entre la niebla y caderas de piedra entre la niebla y hasta caballos y algún culo y pollas de piedra. Todo muy fino decorando esas villas tradicionales tan bonitas. Voy a la presentación de Fabrica del grupo Benetton.
He viajado para la presentación del nuevo curso de Fabrica, el icónico centro italiano de investigación para la comunicación y la creatividad y hay expectativas. El ambiente estimula la épica del momento todo el tiempo ya te digo, antes de llegar espero que algún suceso mitológico, no sé, alguna leyenda loca se me aparezca en cualquier momento y me ilumine con su rayo láser sabio. Un minotauro, alguna criatura vieja de los bosques.
Fabrica es un centro de investigación para la comunicación y la creatividad. Está situada en Treviso, fue creada en el 94 por Luciano Benetton y ofrece becas anuales a un grupo heterogéneo de investigadores de todo el mundo dentro de la moda, el diseño gráfico, la fotografía, la interacción, el vídeo, la música y el periodismo. Los jóvenes seleccionados investigan y se forman desarrollando proyectos con el objetivo de ser “catalizadores sociales” y contribuir a un cambio en sus distintas áreas de conocimiento, manteniendo un contacto multidisciplinar con otros sectores vitales como la economía, las ciencias sociales y medioambientales. En el centro sobre todo se propone una actividad experimental, una convivencia intensa y un trabajo guiado por profesionales black label del sector con metodologías educativas innovadoras.
Por fin llego a las instalaciones de Fabrica. Es un terreno atractivo, un bunker, una casa clásica con el estilo de la zona reinventada y ampliada a base de espacios horadados a la tierra que convierte el edificio en un palacio moderno. El lugar inspira trabajo. Joder, el sitio huele a compromiso. Dan ganas de trabajar bien, de producir ideas nuevas, pulidísimas como gemas. Está como hechizado de estimulo puro, seco, solido, yo creo que en buena medida por el trabajo enorme de Tadao Ando diseñando los espacios y la forma en que se relacionan y crean un continuum de pasillos y lugares para la discusión.
Villa Pastega Manera, la villa que alberga Fabrica, fue construida en el siglo XVII y tiene 51.000 m2. El arquitecto japonés la restaura en los 90 y hace áreas de estudio, laboratorios, oficinas, espacio híbridos e instalaciones como la biblioteca, un auditorio, el cine y salas de reuniones. Los detalles técnicos de su proyecto son un portento. Lo interesante es que lejos de invocar a algo ostentoso transmite rigor, una clase de tanque de ideas; dentro fantasía, fuera hermetismo hard. El concepto puro de contenedor de ideas.
Comemos, charlamos y bajo a la presentación que se ha organizado al aire libre en el atrio. Columnas de altura imposible rodeando una plaza central circular para deambular y un aspecto de proto teatro griego también con una escalinata semicircular alrededor. Este atrio es un gran cono de atención lógica, un patio sagrado de la domus romano, un puto templo de pensar, está claro.
Mientras va llegando la gente se proyectan imágenes y se escucha de fondo una pieza de ruido blanco con graves electrónicos muy graves. Presentación del nuevo concepto de Fabrica: Luciano Benetton, Oliviero Toscani, docentes, móvil, gafas, me aprieto el gorro aunque no sirve de nada, escribo, sorbo algo, algo bueno, ya no hace tanto frio. Los dos hablan de “un nuevo lugar para la comunicación, para imaginar”. Circus es el concepto bajo el que se inscribe la nueva etapa, un espacio mucho más abierto, 24/7 con festivales, workshops, ponencias, seminarios, talleres y una simbiosis de disciplinas. Esta línea de enseñanza más experimental, abierta, más laxa y más adaptada a las nuevas necesidades de los jóvenes tiene mayor implantación en el norte de Europa y sería muy bueno por cierto que en el sur de Europa se implementasen esas formas de trabajar, como el caso de la UDK en Alemania con el Institut für Raumexperimente de Olafur Eliasson o Artez en Holanda con gente al frente como Pieter Baan Müller con quien tuve la suerte de estudiar, en sintonía con la línea de Fabrica. Todo funciona con los principios de un laboratorio creativo, con muy poca estructura, ponencias, estudios propios y bastante investigación.
Ahora se da un paso más allá y desaparecen las materias y los departamentos. Se habla de “Commitment” se habla de “A place for dream”, de renacimiento en el sentido histórico y de adaptación a la nueva sociedad digital. La bebida se termina, la charla lo mismo, todo la gente guapa que anda por aquí de disipa y doy una vuelta para ver las instalaciones interiores. Hay una exposición interesante de Daniel Stier con las fotos de los experimentos y muchas zonas comunes espartanas de hormigón y bien equipadas para los “fabricantes” como llaman a los jóvenes becados. Después charlo con Oliviero que incide en el espíritu ambicioso del sitio y discutimos sobre pasear y pensar. Caminando, entre conferencias y más exposiciones pienso que se trata de crear una Escuela Peripatética del futuro. Fabrica es un ágora para la era postinternet y este es el camino mas adecuado para la educación en el arte. Nuevos contenidos programáticos, espacios exteriores significantes, epicúreos, verdes, sostenibles, columnatas y parterres para el paseo reflexivo, para la ataraxia rica. Lugares cerebro, centros para la ciencia ficción.