Tablafina es la barra de tapas, embutidos y conservas (ADN de toda taberna española) del hotel NH Nacional de Madrid. Inaugurada en abril de 2016, su buena acogida plantea en breve la extensión de este formato de barra de mercado del NH Hotel Group a otras ciudades, incluso fuera de España. Mientras tanto, y ya que el invierno no nos suelta, nos damos el capricho de una tapa de cocido que nos ha puesto en órbita.
Tablafina: más que un restaurante de hotel al uso
Cabe valorar el esfuerzo gastronómico de la cadena NH por diferenciarse (es la cadena hotelera con mayor número de estrellas Michelin en España. En total, el grupo acumula 8 estrellas a nivel nacional y 13 Soles Repsol repartidos entre Madrid, Barcelona y Castellón).
En un comedor abierto e integrado en el lobby del hotel NH Nacional, Tablafina es una propuesta versátil y a precios muy competitivos para situarse en pleno Paseo del Prado. Un gran mueble estantería divide el espacio de la entrada al vestíbulo y sirve además para enseñar los productos a la venta: cerveza artesana, vermú, ginebra madrileña y conservas selectas. El salón no se da demasiada importancia, tan homogéneo respecto al resto del interiorismo del hotel. Se basta con ser luminoso y cómodo, tanto en barra o mesa alta, como en mesa más holgada.
Los nombres propios del restaurante son el chef Jesualdo Bermejo y los asesores Abel Valverde (enorme jefe de sala) y David Robledo (sumiller), premios nacionales de gastronomía y parte destacada del restaurante Santceloni del hotel Hesperia Madrid. Rubén Valbuena, como maestro quesero de Granja Cantagrullas, selecciona junto a Valverde los quesos artesanales elaborados con leche cruda de oveja y distintas joyitas internacionales. No está mal para un “discreto” restaurante de hotel.
La carta se divide en una parte dedicada a los embutidos ibéricos y los mencionados quesos, una segunda de conservas y encurtidos, algunos fritos, ensaladas y tostas y la sección de tapas atemporales que suele incluir un bocadillo de calamares con mayonesa de ajo negro, callos a la madrileña, tortilla de patata y cebolla y, si hay suerte, una tapa de cocido que se vende sola.
Presentada en una cazuelita acompañada de un vaso con el caldo, la tapa de cocido es perfecta para colmarse sin renunciar a seguir probando otros bocados. Una ración individual con su hummus y su repollo que se deshace en cuanto le derramamos la sopa. Si en verano se hace fuerte el ajoblanco con sardina marinada y manzana amontillada, en invierno la tapa de cocido nos parece irrenunciable antes de finalizar con la torrija sobre sopa de chocolate blanco y jalea de violetas, el canutillo de crema al anís de Chinchón o el chocolate con churros.
Mención especial a la original carta de vinos, acertadamente dividida para ser más intuitiva por atributos (para abrir boca, con burbujas, blancos fresquitos, blancos envolventes, tintos golosos, tintos poderosos, vinos dulces…) en lugar de por denominaciones, algo que suele pesar en las peticiones de los clientes menos expertos. Con el postre, casi mejor no cortarse y cerrar con una copita de Olivares (Jumilla). Merece la pena atreverse y al mismo tiempo dejarse aconsejar por el personal de este Tablafina que sorprende.
Aquí puedes consultar la carta de Tablafina
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Tablafina (NH Hotel Nacional)
Paseo del Prado, 48, Madrid
Tel. 91 327 7800
tablafina.com
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