Ya tenemos una nueva exposición sobre diseño en CentroCentro. Como es habitual comisariada con el buen criterio de Ana Domínguez. El nombre de esta muestra es Viva la Diferencia y en esta ocasión el diseño expositivo, con un toque muy new Memphis, corre a cargo del estudio madrileño Ciszak Dalmas.
Viva la Diferencia toca un tema muy de actualidad hoy en día en el mundo del diseño y es el tema de la producción en serie en contraposición a la edición limitada y personalizada. La exposición se inauguró el pasado mes de febrero dentro del programación del Madrid Design Festival y se podrá ver hasta el 20 de mayo.
“No queremos llamarlo nostalgia, pero la historia siempre se repite. Al principio solo teníamos objetos artesanales, por lo que todas las cosas eran distintas; después llegó la producción industrial y todas las cosas eran iguales. Ahora estamos en algún punto intermedio” Mischer ‘ traxler Texto de la expo
¡Viva la diferencia!: Producción en serie vs producción no seriada
Imagen superior izquierda: Vista de la exposición con la lámpara Alphabeta, de Luca Nichetto para HEM. Derecha: François Azambourg. Jarrón Douglas
Imagen superior: mischer’traxler. Collective works
Está muestra nos da pie a reflexionar sobre los métodos de producción en el mundo del diseño.
Ana Domínguez hace un repaso histórico del fenómeno del diseño en relación a la individualización y a la personalización del diseño.
“La aparición en el siglo XIX de la producción industrial de productos fabricados en serie, idénticos entre sí, se vio entonces como un gran avance que no sólo proporcionaba al consumidor objetos de precio más democrático sino que también eran “perfectos”, se eliminaban los errores inherentes a la ejecución artesanal de manufactura manual”.
Con los años la producción en serie se fue casi el ADN para separar el mundo del diseño y de la artesanía.
“En los años setenta, el diseñador Gaetano Pesce, pionero del pensamiento anti-serialización, hablaba ya del malfatto, de las cosas mal hechas o imperfectas, como una característica positiva y celebrable. Su objetivo siempre fue cómo conseguir esa deseada o anhelada singularidad que hace a los objetos únicos, desde la propia plataforma de producción industrial, llegar a obtener a través de ese tipo de producción un reflejo más afín a nuestra sociedad, que es inequívoca y afortunadamente diversa” Comenta Ana Domínguez
“Internet está empezando a satisfacer la demanda de la personalización y customización de objetos en masa (…) Los consumidores quieren más variedad y, en cierto modo, todo el mundo es diseñador, todos comparten sus creaciones favoritas en Instagram, Pinterest o Facebook. La gente quiere algo que exprese su propia personalidad” Jason Goloberg (CEO de HEM) Texto de la expo
Imagen superior izquierda: Vista de la exposición Derecha: Gaetano Pesce. Silla Dear Diversity
Mis reflexiones sobre este Producción en serie vs producción no seriada
Hoy en día muchas personas ven como algo positivo que cada producto diseñado tenga algo diferente a lo que tienen los demás. Se ve como algo romántico el que se note que detrás de un producto haya una persona que los hace. Las imperfecciones pueden hacer un producto más atractivo. La verdad, que esto puede parecer un pensamiento muy de diseñador, conozco a poca gente que les guste su Iphone tenga algo diferente a al de su amigo, es más, se ponen muy nerviosos si su Iphone tiene alguna imperfección. Pero es cierto que en otros momentos de nuestra vida esas imperfecciones le dan más categoría a ese producto, por ejemplo cuando vas a comprar un tomate y encuentras esos feos y arrugados que crees que son mucho mas auténticos porque no están producidos en serie.
Pero detrás de las producciones limitadas y o personalizadas hay unos motivos, desde mi punto de vista, que tienen una conexión directa con la economía y por tanto con la forma de comportarse empresas, consumidores y creadores.
Imagen superior izquierda: Vista de la exposición
Historia reciente
La crisis mundial del 2008 (Lehman Brothers) hace que la mayoría de la empresas se re-planteen la forma de producir. Sobre todo a las medianas y pequeñas empresas, a las que se les cierra el grifo del crédito y esto las hace vivir más el día a día. Es decir, que no pueden hacer grandes inversiones en grandes producciones. Esto significa, en el caso de la fabricación de productos: moldes muy costosos; almacenamiento de mucho producto y riesgo de no vender lo ya producido. Estas empresas dan un giro a su forma de producir. Se produce por encargo y a veces casi artesanalmente. Es una forma de no arriesgar y que permite, por lo tanto, también mucha personalización.
El diseño en las escuelas
Otro de los motivos, según mi punto de vista, de una vuelta a la no serialización hoy en día ha sido la cantidad de diseñadores que salen cada año de las universidades. Está claro que el estudiar diseño es algo que está de moda. Quizá por la teoría del Design Thinking que dice que si eres diseñador puedes trabajar en cualquier cosa. Esa grandísima oferta de diseñadores en el mercado hace que sea imposible de absorber por la industria todos sus diseños. Los diseñadores ya no pueden utilizar el modelo tradicional donde ellos crean y proyectan y las grandes marcas producen sus piezas en serie y las distribuyen. Esto solo lo pueden hacer los más consagrados, donde se supone que hay poco riesgo. Ahora los diseñadores tienen que hacer todo, pensar el producto, ser capaces de fabricarlo, comunicarlo y comercializarlo. Este sistema, claro, no les permite hacer grandísimas inversiones y todo tiene que ir poco a poco para recuperar el dinero invertido.
Imagen superior izquierda: Vista de la exposición Derecha: Moooi Carpets Spiroflower Pink
Avances tecnológicos
¿Más motivos no románticos por los que la producción no en serie está de moda? La innovación tecnológica que avanza mas rápido que nuestras vidas. El fresado y corte láser por CNC o la impresión en 3D son cada día tecnologías más baratas que son perfectas para pequeñas producciones. El propio diseñador puede tener un mini factoría en el trastero.
El Design Art
Pero el producir en pequeñas cantidades para vender luego en tu web puede ser un trabajo bastante duro ya que es muy difícil encontrar el precio exacto que guste al comprador y que sea rentable para el que lo produce y vende. Así que aquí aparece la palabra Arte y concretamente el Design Art, una forma de poder vivir haciendo pocas piezas. “Hago pocas piezas… pero si vendo una vivo un mes”. Es otro de los pocos caminos que le quedan a los diseñadores. Estos productos hay que moverlos por otros circuitos que son las galerías de arte, los museos y los coleccionistas de Design Art.
Imagen superior izquierda: Entrada a la exposición Derecha: Annika Frye. Improvisation Machine
Recuerdo una entrevista de Philippe Starck que le hicimos en Neo2 en el número 139, le preguntamos sobre la producción en serie y dijo esto: “Cada vez vamos a ser más gente en el mundo, y puede que cada vez tengamos menos y menos dinero… La única solución para nuestro confort básico es la producción masiva. Solo la fabricación en serie puede elevar la calidad de las cosas y disminuir el precio al mismo tiempo haciendo accesibles las cosas. La artesanía es encantadora. Es más una opción sentimental o política pero no es capaz de generar soluciones para la masa. Y somos una masa (…) Si la industrialización implica uniformidad, ahora la personalización puede reconciliar la fabricación en serie con la sigularidad a través de productos como los de la firma TOG (All Creators Together)” Entrevista de Tachy Mora. 2015
Está claro que el capitalismo es capaz de fagocitar cualquier cosa por rara, romántica o undeground que sea, lo hizo con el punk y lo está haciendo con el trap. Por eso la gran industria ha asumido la customización y personalización dentro de sus cadenas de producción. Ejemplos los hay a puñados: Como las grandes marcas de deportivas como Nike o Adidas que te dan la posibilidad de crear tu propia zapatilla con tus propios gustos. Tú te la diseñas y si tienes suerte nadie tendrá una igual. También puedes comprar un pantalón desgastado o roto algo diferente al que se compra tu amigo.
Parece que al mundo de la tecnología no ha llegado todavía estas imperfecciones que simulen que tu producto es único… pero seguro que llegará. Con una media de 1000 euros que cuesta un móvil de alta gama ¿Por qué no venderte algo totalmente personalizado para ti?
