Momu & No Es son el dúo artístico formado Lucía Moreno (Basilea, 1982) y Eva Noguera (Barcelona, 1979). Cursaron Bellas Artes en Barcelona y se conocieron bailando en el Apolo, después compartirían estudios en el Dutch Art Institute. Viven a caballo entre Rotterdam, Madrid y Barcelona. Forman parte de una generación que tiene Internet muy presente aunque construyen relatos desde sus entornos más inmediatos. Cuestionan roles sociales e intervienen reglas establecidas proponiendo otras opciones mediante la ficción y la imaginación. Sus proyectos combinan video, performance e instalación. Desarrollan tramas, acontecimientos y fábulas con referentes en la cultura popular y estéticamente son de una visualidad estrafalaria. Con ellas hablamos de su carrera, del panorama del arte y del empoderamiento feminista de estos tiempos.
Imagen superior: Retrato de Meinke Klein
Seguro todos lo preguntamos, ¿de dónde surge el nombre Momu & No Es?
Son las primeras sílabas de nuestros apellidos.
¿Cómo decidís comenzar a trabajar juntas? ¿Trabajáis también por separado?
Empezamos a trabajar juntas a raíz de la invitación de Antonio Ortega para un work-shop que impartía Aurelie Voltz —en esa época comisaria del Palais de Tokio (París)— en el antiguo Santa Mònica. Allí nos pidieron un proyecto y decidimos preparar uno juntas, Historias de Olivia, descubriendo lo bueno que es aunar mentes. Desde entonces hemos continuado sin cuestionarlo. Por separado trabajamos en otras cosas, no en arte.
Imágenes de la exposición Ser Plural. Yo Soy Los Otros, Los Otros Son Yo. 2016-2017. © Fundació Joan Miró, Barcelona. Fotos: Pere Pratdesaba.
Tenéis base en Barcelona, Madrid y Róterdam, ¿cómo es vivir en tres ciudades siendo dos?
Nos echamos mucho de menos, nos comunicamos mucho por teléfono, viajamos a menudo y ganamos eficiencia cuando estamos juntas. Tenemos base en este triángulo de ciudades: Barcelona donde estudiamos y seguimos trabajando; nuestra segunda base es Madrid, aquí nos mudamos para conocer la escena artística española y crecer, durante esa época participamos en residencias en Japón, México, USA y Holanda, lugares que nos enamoraron todos. Volvimos a Holanda para realizar un máster con la beca Segimon Serrallonga y nos quedamos. Hoy día Eva pasa más tiempo en Madrid y Lucía en Rotterdam, manteniendo las oficinas norte y sur de M&N.
En vuestro trabajo usáis mayoritariamente time base media, mucha videoinstalación, ¿cuándo y cómo decidisteis usar video como medio principal?
Nunca decidimos usar video como medio principal, nos interesa un lenguaje familiar dirigido a todas las audiencias y el video nos parece buena herramienta. Además es una vía muy directa que permite reflexionar desde sus formatos y estéticas como medio propiamente dicho. Vivimos en un mundo de pantallas e imágenes en movimiento, eso no se puede pasar por alto, queremos combinar ese imaginario con el cuerpo y la presencia, para crear momentos de intensidad en el fluir de la imagen.
¿Y sobre las temáticas y la estética? Revisando vuestra videografía, a simple vista los trabajos resultan jocosos y coloridos, pero tras esas ficciones estrafalarias tratáis lo absurdo o lo políticamente incorrecto. Con los títulos, la iconografía o los personajes …, ¿pretendéis dejar de lado una representación seria –más aceptada como arte comprometido– para dar una visión humorística de la cruda realidad?
Con referencia a la temática, concebimos personajes que articulaban nuestras narraciones; roles que pertenecían a personas y entes con locuras de nuestro tiempo, que con sus neurosis lograban evadirse de la sociedad y construir realidades paralelas. El interés en la vida contemporánea perdura, pero nuestras obras evolucionan y los personajes se transforman en cuestiones concretas que sitúan al espectador cómo protagonista de la historia.
Sobre la estética, generamos un diálogo intenso entre las imágenes y sus ideas adyacentes. Las composiciones se convierten en construcciones literarias y técnicas que originan realidades temporalmente subjetivas, cuyo fundamento es la habilidad para sublimar lo mental de lo cotidiano, cuestionar la verdad absoluta y el amor sin fin. El repetido uso del imaginario popular tiene que ver con lo uncanny, recrea elementos y situaciones reconocibles pero actúa de modo levemente diferente, produce sensación de familiaridad, extrañamiento y posterior rechazo. Extraemos piezas del sistema, aislándolas y arrojándolas con crudeza, así resultan violentas. Presentarlas como absurdo es menos carroñoso que cortarse las venas. No buscamos el humor, nuestras obras pueden resultar incómodas –producen esa risa nerviosa generada por la tensión–, nos permiten tratar lo complejo de lo humano y de lo estipulado. Mery Cuesta en su artículo sobre el humor en el arte dice: “El humor es la principal defensa que nuestra alma tiene para luchar contra el desánimo”.
Globalwindshield, The musical.
¿Inspiración? ¿Referencias?
La inspiración llega de todos lados: la tensión política, un movimiento social, un presentimiento, una conversación con la vecina podóloga que tiene un porche rojo, o la forma y color de un radiador. Todo es susceptible de ser cuestionado y reinterpretado.
¿Os interesa la teoría de los medios? ¿Qué es para vosotras ser un artista posinternet?
Posinternet, ¿tras la llegada de Internet?
Desde que Internet es el medio de comunicación por excelencia.
Leemos mucho sobre Internet, nos interesa la teoría de los medios y todo lo que ha abierto. Nos gusta pensar que somos una generación que vio llegar Internet para instaurarse en nuestras vidas, conoció el antes y es testigo de cómo la red ha cambiado irreversiblemente nuestro modo de ver, hacer y pensar.
Usáis animaciones, planos cromas, música pop e imágenes recicladas de Internet, ¿es a causa de una economía de medios?
La combinación de materiales es una constante en nuestro trabajo, el uso de distintas fuentes no se debe únicamente a una economía de medios, es propiamente el statement de la pieza: nos interesa la cultura snack, el bombardeo de imágenes y la idea de link e hiperlink como sistema de conocimiento. En proyectos como Fanboy o Pensadores Progresistas mezclamos escenas muy cinematográficas filmadas por nosotras con imágenes de archivo. En I’m Sick Of Thinking That My Dead Friends Have Gone To The Canary Islands o Global Windshiel, The Musical, vamos más allá del uso sensorial de las imágenes.
Barcelona, principios de 2017, presentáis Ser Plural. Yo Soy Los Otros, Los Otros Son Yo. Con distintas instalaciones reflexionáis sobre la construcción de identidad en esta era digital hiperconectada. Contadnos un poco más.
Efectivamente el trabajo reflexiona sobre el espacio personal en la vida hiperconectada, tratando la posesión del nuevo cuerpo y su rol en las cuestiones del espectro: desdoblamiento y omnipresencia como nuevas capacidades humanas; ampliación del espacio de convivencia convirtiéndolo en lugar de ensayo o la fe y convicción como tecnologías del cambio.
El proyecto recrea el paisaje de un campo espectral mediante una instalación expandida con elementos escultóricos, sonidos mántricos e imágenes suspendidas. A modo de parque temático, las piezas se ordenan entorno a cuestiones cómo: “¿Qué significa ser humano en una era hiperconectada?”, “¿Cómo me premia la sociedad?” o “¿Soy suficientemente popular?”. Brace Brace Necklace, es un monumental collar hawaiano que además de recibir a los espectadores representa la promesa de un viaje exótico o una semana en un resort todo pagado. “Enjoy!”. Junto al collar, gira lentamente un cojín anatómico, Ryan Gosling Pillow: “Todo va a ir bien, abraza a este almohadón, es Gosling”. Pillow Awarenes es la imagen de una almohada gigante que flota en el ocaso –los bodypillows a veces se usan como sustituto emocional–: “¿Sólo en la cama? ¿Sólo en este mundo? No te preocupes abraza esté cojín. Todo va bien”.
Con todo este revuelo y visibilidad –por fin– de lo feminista, ¿qué pensáis de las campañas, #metoo, #nosurprise? ¿Cómo afecta ser mujeres en el mundo del arte contemporáneo?
Ser mujer representa justificar nuestras acciones, ser más juzgadas que nuestros compañeros y enfrentarse a comentarios absurdos como: “Vuestro trabajo mola porque no se nota que sois chicas”; o hirientes como: “Qué monas sois”, “qué locas estáis”, con lo que intuyes un: “Parecíais tontas”. Una mujer artista pocas veces es artista solamente, es artista pero no desde la neutro. Nunca hemos vivido un episodio desagradable como otras compañeras, aunque mirando con distancia te das cuenta de cómo te han tratado, sobretodo cuando éramos más jóvenes y dos chicas un poco “out of the world”. Han sido juegos de poder en los que nuestro papel es un eterno eslalon para luchar por lo que tienes que hacer. Por suerte las cosas están cambiado rápido y aunque queda mucho camino estamos ya muy hartas.
Para acabar, ¿en qué trabajáis ahora? ¿Futuras exposiciones o proyectos?
Preparamos un nuevo proyecto, una aventura estoica que presentaremos en ARCO con la galería holandesa Joey Ramone este febrero. También, desde el 23 de febrero en el Palacio del Marqués de Salamanca de Madrid y en el marco de Multiverso presentamos Global Windshield, The Musical, fantasía musical que nos ha ocupado este último año.