Acabamos de descubrir el mejor chiringuito del verano gracias a Aperol.
Mira que hemos estado en infinidad de chiringuitos durante todo el verano. Pero no habíamos encontrado ninguno como el que descubrimos el pasado fin de semana en Barcelona: El #AperolChiringuitoParty.
Pero, “¿qué tenía este chiringuito de especial?” te preguntarás. Bufff… pues muchas cosas. Para empezar, el Aperol Chiringuito Party recreaba en un solo espacio el ambiente lúdico de dos ciudades paradisiacas, cada una en una punta del mundo. Por un lado, el chiringuito de Miami, con su palmeras, los vigilantes de la playa… Y, por otro, el chiringuito de Malasia con su fauna y su espiritualidad en la cual no podía faltar un Budha y un pedazo de Gong.
La verdad es que tardamos en darnos cuenta que estábamos en el Red Fish, uno de nuestros restaurantes favoritos de Barcelona, y uno de los más emblemáticos de la ciudad, a orillas del Mediterráneo.
El sitio estaba muy chulo, pero también es verdad que por muy bonito que sea un espacio si no tiene alma al final no te dice nada. Y vaya si tenía alma el #AperolChiringuitoParty, mogollón. Allí nos encontramos a un montón de amigos. Todos habíamos ido a despedir el verano.
Sí, porque todos los días son buenos para celebrar algo, incluso el fin del verano. Lo hemos pasado tan bien durante los meses playeros que aunque se terminen hay que celebrar lo vivido. Y también hay que festejar el presente. El sol también se sumó a la party, nos hizo un día fantástico.
Nuestra idea original era pasarnos por la Aperol Chiringuito Party a primera hora de la tarde, tomar algo y la verdad que fuimos totalmente seducidos por el ambiente: buena música a cargo Hall 9000 y Raver Jewish, dj que al igual que Aperol Spritz viene de Italia, buena comida, unos cocteles perfectos… y, lo más importante, muchos amigos. Algunos ya los conocíamos, pero también tuvimos ocasión de hacer nuevos.
Llegamos a las 6 de la tarde a la fiesta y no nos fuimos de allí hasta que nos echaron, con eso os lo digo todo. ¿Algunos de mis mejores recuerdos de esa tarde-noche? Pues los bailes que nos echamos con Juanma, Alicia, Fede y Cristina… los profiteroles y las brochetas de mini butifarra… y mi aperitivo, desde ahora, preferido.
Aquí va la receta, que me la confesó el bartender: Preparadlo en una copa de vino con mucho hielo; primero verter el cava o prosecco (3 partes), luego añadir 2 partes de Aperol y un golpe de soda… y los detallistas podéis adornar la copa con una pequeña rodaja de naranja. Un éxito que triunfó entre todo el mundo.
Aunque la decoración era muy exótica latía un corazón muy Mediterráneo. Lo pasamos genial. Y ya te digo que yo no voy a esperar al siguiente verano para repetir. Todos los días hay algo que celebrar (#LoveEveryDay). Y el espíritu chiringuito va a ir conmigo durante todo el año, y también contigo.
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