¿Un nuevo deporte? ¿Una tendencia de arte urbano? ¿Una moda pasajera? ¿Una técnica coctelera? Angostura Aromatic Bitter es la respuesta.
Hasta la fecha, el dashing era una práctica reservada para cocteleros profesionales. Sin embargo, ahora todo el mundo comienza a practicarlo en casa, y es que todos llevamos un coctelero dentro. Al fin y al cabo, el diseño de tu propio cóctel es también una actividad creativa como otra cualquiera, y más en los nuevos tiempos del DIY.
¿Pero en que consiste exactamente el Dashing? Muy fácil, en añadir 3 dashes (golpes) de Angostura Bitter en tus bebidas. Y, te preguntarás, ¿por qué hay que hacer eso? Su fórmula secreta de 25 ingredientes es perfecta para equilibrar y armonizar el sabor de cócteles y combinados. Pero no solo, eso. También refrescos. Es el toque.
Lo gracioso es que Angostura Aromatic Bitter no nace para el mundo coctelero, sino que que surge a comienzos del siglo XIX, concretamente en 1824, como remedio para el mareo y los dolores de estómago de la mano del médico alemán Johann Gottlieb Siegert, un cirujano del ejercito en la guerra de independencia de Venezuela. Pero poco su fama se va extendiendo entre las barras de las mejores coctelerías del mundo. La clave fue la creación, en 1874, del clásico Manhattan. Pero luego, Angostura Aromatic Bitter también aportó su toque a otros mitos de la coctelería como el Pink Gin, el Old Fashioned, el Daiquiri o el Martini. Desde entonces, todos los maestros cocteleros lo consideran un ingrediente imprescindible.
Así que si tú también te has apuntado a la onda del cóctel do it yourself, ya sabes, comienza a practicar el Dashing. Empataras a todos tus colegas.
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