La noche que NEO2 estrenó el Palais de Tokyo de París
Hay noches que se improvisan y otras que se meditan. Las primeras comienzan después de que se ponga el sol. Las segundas antes, incluso con varios meses de antelación. Nuestra primera #AbsolutNights es una de esas noches que ocurren gracias a una concatenación de historias.
Era el año 2001, a finales. Estamos en París disparando una campaña de publicidad. La responsable de comunicación del cliente en París nos echa una mano en la producción: Fred Phi de C13. Cuando todo termina nos despedimos con la típica cena de equipo. En lugar de postre alguien pide un Absolut Tonic. Es la primera vez que lo veo. Al final todos pedimos lo mismo. El trabajo ha terminado, pero seguimos hablando de curro, o más bien de proyectos. Fred Phi me propone hacer una Neofiesta en París para primavera o así. Le digo que “claro, fenomenal”, pensando que son esas típicas cosas que se dicen en un momento de euforia pero que nunca se hacen.
Ya en Madrid, en plena postproducción de la campaña parisina, Fred Phi me sigue escribiendo por email. Ella sigue con la idea de que hagamos la fiesta. Las mujeres tienen una energía que admiro, yo solo de pensar en la movida de hacer una fiesta en París ya me agoto. Ella sugiere hacer un número especial París con personajes de la movida de allí. Y con todos los retratos hacer una exposición en el Palais de Tokyo con su correspondiente fiesta de inauguración.
Hay que decir que por aquel entonces nadie había oído hablar del Palais de Tokyo, aun no existía. Inauguramos este magnífico espacio para la creación y exposición contemporánea en abril de 2002. Pero bueno, en ese momento tampoco éramos conscientes de la posible relevancia del evento, ni tan siquiera estábamos seguros de que la fiesta en París se llegase a hacer. Hasta el último segundo nunca se tiene la certeza. Así todo tiramos para adelante con el proyecto: retratar y entrevistar a los agitadores que movían la creatividad parisina. Lo conseguimos. Este era el texto de la introducción del reportaje, lo firma Fred Phi:
“Sería exagerado decir que 127 personas son las que mueven París. La capital francesa en una ciudad en ebullición donde un gran número de caracteres se cruzan, se juntan, se ponen mala cara, aparecen y desaparecen. Los 127 parisinos seleccionados para este número especial son representantes de cada uno de los universos culturales de la capital vecina. Gracias a ellos París resucita constantemente. Su misión, voluntaria o involuntaria, es movilizar el arte, la música, la noche, la prensa, la literatura, ls fotografía, la moda… incluso la mentalidad de las generaciones futuras. Su mirada crítica hace que tiemblen los cimientos de las creencias actuales, generando dudas que finalmente se proyectarán en una nueva creatividad, son los encargados de dar color a esta época. Desde hace años la creatividad de estos 127 personajes se ha ido cruzando. Unos son más activistas que otros. En cualquier caso, seguro que dentro de unos años continuarán estando en algún lugar avanzado desarrollando nuevos proyectos progresistas”.
Un texto clarividente el de Fred Phi a juzgar por la lista de personajes que íbamos a imprimir en el número de primavera de Neo2. Estos son algunos de ellos: El fotógrafo Felix Larhere, el promotor de música electrónica Fabrice Desprez, la dj y productora Chloé, el diseñador Ora Ito, el músico Arnaud Rebotini, el artista Pierre Huyghe, el galerista Emmanuel Perrotin, el dj Dan Ghenacia, el músico Kid Loco, la escritora Virgine Despentes, el dj Pedro Winter, el músico Alexis Mauri, el artista Bertrand Lavier, la galerista Almine Rech, la diseñadora Barbara Bui, la escritora Ann Scott, el escritor Frederic Beigbeder… La lista continua hasta 127 nombres. Todos ellos terminaron expuestos durante 2 meses en las paredes del Palais de Tokyo en un formato de 120 x 80 cm.
Sí, finalmente la idea de Fred Phi se hizo realidad. Todo comenzó en París con unos Absolut Tonics en enero de 2001 y terminó con otros cuantos más el 4 de abril de 2002, siempre en París. El mismo día de la inauguración de la expo y la fiesta hay una manifestación multitudinaria ligada a los conflictos en Oriente Próximo. Por la calle todo el mundo mira a Pedro Pan con sus tirabuzones a lo Jaredí. “Is fashion, not religion” intenta explicar a todos los manifestantes que nos cruzamos de camino al Palais de Tokyo. Por fin llegamos.
Al final no es que hiciéramos una fiesta, hicimos 2… La primera en el Palais de Tokyo, con cena incluida, hasta las 00:00 horas. Al principio estaba todo el mundo un poco estirado. Normal, pensamos, son franceses. Pero después de unos Absolut el ambiente se relajó. Habíamos montado, a modo de instalación, una gran montaña de ropa con piezas de los sponsors. La idea era que al final de la fiesta los invitados se llevaran la ropa de la montaña. Nuestro miedo era que los parisinos, tan finos y fashion, pasaran del spanish streetwear. Pero qué va… Incluso hubo más que palabras por un pantalón. Aquello parecía las rebajas de antaño.
Después del Palais de Tokyo continúo en el Pulp, uno de los locales del momento en París. Pero no tengo autorización para narrar todo lo que aconteció a partir de aquí… solo puedo decir que fue una #AbsolutNights y que la disfrutamos durante meses.
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