No se trata de ningún récord de shopping en Pull&Bear, sino de la celebración del 25 aniversario en su nueva casa eco-eficiente de Narón: #PullAndBearHouse. Mucho más que una fiesta, un festival bajo el lema “jump barriers and be in the right place”.
Cita a las 7 y media de la mañana en los mostradores de Iberia de la T4. A las 9 sale el avión. No es un avión cualquiera, está totalmente decorado por Pull&Bear. Por fuera y por dentro, hasta el desayuno viene dentro de una simpática caja decorada para la ocasión por Pull&Bear. Hubiera estado guay que las azafatas también hubieran ido vestidas de la marca: un look army con toque glam por ejemplo: chupa de camuflaje con falda plisada de color plata (ojo, porque todas las chicas de Pull&Bear llevan una, así que mañana probablemente tú también la lleves).
El avión, fletado para la ocasión en exclusiva por Pull&Bear, va completo, lleno de prensa e influencers. Nos distinguimos por el color de nuestras pulseras. Azul para la prensa; naranja para los influencers. Creo que la roja es para los Vips. Igual que un festival. Y es que en realidad vamos a uno. Pull&Bear no celebra su 25 cumpleaños con una fiesta, como haría cualquier marca. Lo hace con un festival. Ya os contaré a su tiempo.
Aterrizamos en Santiago de Compostela. A la salida del aeropuerto nos esperan varios autobuses. En función del color de tu pulsera, y de si te quedas a dormir o no, cogemos un autobús u otro. El mío me lleva directamente a Narón. A la nueva sede eco-eficiente de Pull&Bear, la anterior estaba en Arteixo, también en Coruña. Intento dormir por el camino, pero no puedo por culpa del paisaje, tan verde, mola.
Llegamos al polígono donde está la nueva sede, alrededor hay más naves de Inditex, pero la más impresionante es la de Pull&Bear. Entramos por el aparcamiento al aire libre. Entre las plazas hay un buen número de furgonetas Volkswagen de los años 60. Tienen el mismo rollo que las que ahora mismo decoran las tiendas estilo californiano de Pull&Bear. Todas manipuladas por diferentes artistas gráficos. Podría ser una instalación de arte contemporáneo, como si un grupo de artistas urbanos hubieran intervenido el parking de Pull. En realidad no se trata de furgonetas originales, sino de reproducciones hechas con el consentimiento de la marca alemana de automóviles.
La casa Pull&Bear
Entramos en la sede, aún huele a carpintería recién estrenada. Espacios amplios, luminosos, blancos, rematados con mucha madera. Todo tiene un aire escandinavo, con toques futuristas. Una amplia escalera en curva nos lleva al piso superior. Recorremos un amplio pasillo con salas de reuniones transparentes a los lados. Al final, llegamos a una gran sala estructurada a modo de anfiteatro moderno. Aquí volvemos a desayunar a la espera de que nos digan lo que nos tienen que decir.
Comienza la rueda de prensa. Nos explican las novedades de la nueva sede. Por lo visto, se trata de un referente en cuanto a arquitectura eco-eficiente donde se han replanteado los tradicionales procesos de diseño, construcción, gestión y mantenimiento. El resultado es un edificio inteligente que consume un 20% menos de energía respecto al consumo medio anual de cualquier otra construcción convencional. Además, ahorra un 50% en el consumo de agua y evita la emisión de más de 230 toneladas de CO2 al año.
También han estudiado detalles de hacia donde deben estar orientados los distintos departamentos para aprovechar mejor la luz en función de su actividad. Por ejemplo, el departamento de diseño, donde trabajan cientos de diseñadores si es que no están de viaje haciendo scouting o producción, se orienta al norte para tener una luz constante durante el máximo número de horas al día. Otro detalle es que está ubicado junto al departamento comercial para evitar pérdidas de tiempo yendo de un lado a otro (e ir de un lado a otro en una nave de estas dimensiones pueden suponer varios kilómetros al día). Además, las luces se autorregulan por sí solas en función de la luz ambiental, y lo hace una por una, individualmente, no todas a la vez. Con las cortinas ocurre lo mismo, son como paneles tamizados que suben y bajan de forma automática dependiendo del día que haga.
Cada departamento es inmenso, con techos altísimos y sin embargo no hay nada de eco, ni tampoco se oyen las conversaciones de la mesa de al lado. Esto es porque el techo está micro perforado de forma que absorbe cualquier palabra más alta que otra.
En total son 2 plantas de 180 metros de largo y 80 de ancho, donde no hay despachos, solo salas diáfanas. Después de la rueda de prensa, recorremos todos los departamentos. Primero visitamos los platós, 2 salas enormes totalmente equipadas donde equipos fijos de fotógrafos y estilistas disparan look books, e-commerce… y todo lo que se tercie, también en los alrededores de la nave. Me hizo ilusión ver que en las librerías tienen una buena colección de números vintage de Neo2.
Después, visitamos el departamento de escaparatismo y decoración de tienda, la verdad es que no recuerdo si se llama así, pero es donde están trabajando los diferentes escaparates de cada temporada. Aquí tienen réplicas de los escaparates y hasta del interior de una tienda completa, las cuales son como una extensión de la sede en cuanto a criterios de eco-eficiencia. Pero la eficiencia no se circunscribe a cuestiones ecológicas, como puedes imaginar, las nuevas tiendas Pull&Bear están diseñadas para vender mejor, no son nada agobiantes, su diseño y distribución te permite ver el horizonte, como si estuvieras en un espacio abierto y, claro, de paso todas las propuestas de moda de la marca, ya sea con producto en mesa, en percha o con total looks sobre los maniquies.
Después pasamos al departamento de diseño, dividido en hombre, mujer, y por categoría de productos. Aquí estudian tendencias, diseñan, proponen… y luego en equipo con el departamento comercial se decide lo que entra en producción y lo que no. Las prendas examinadas se tiran al suelo y todo el mundo que pasa por allí opina, a veces hasta la señora de la limpieza. Las piezas se van puliendo en el departamento de patronaje donde tienen hasta maniquíes de carne y hueso para probar las prendas. Al final, como ves, no hay mucha diferencia con un taller de costura de toda la vida. Aquí también hay alma. Y finalmente los diseños que aprueben todos los exámenes irán a alguno de los centros de producción de Inditex, europeos en una gran parte por si no lo sabías.
Una vez en tienda, los diseñadores de Pull saben en todo momento qué tal acogida están teniendo sus creaciones. A lo largo del pasillo hay pantallas que van informando de las unidades vendidas de cada prenda en la última semana, con información complementaria sobre el total producido, servido y almacenado. De esta forma saben si tienen que volver a servir o si hay que producir de nuevo, en este caso también tendrán que decidir si volverán a replicar la pieza tal cual o si incorporarán novedades para no saturar el mercado. Y esto constantemente, porque sirven a tiendas 2 veces por semana.
Bueno, llevamos una buena caminata, por fin llegamos a la zona de descanso y relax. Una estupenda cafetería con cocina repleta de mesas y sillas, decorada como si fuera un bar de moda, con sillas molonas, pero cada una de su padre y de su madre. Ese es el rollo, claro. Curiosamente cuando entramos no había nadie relajándose en este espacio, está vacío. Será por la hora, supongo. También tienen una terraza con vistas a al bosque gallego de Pull&Bear, donde además de oxigenarse también pueden hacer justo lo contrario y echar unas caladas. A mí no me da tiempo, nos espera la comida. El típico banquete gallego al aire libre, sobre el prado, con manteles de cuadros sobre las mesas. Desde la terraza se ve todo el decorado gastronómico. Así que bajamos. Hay hambre a pesar de haber desayunado 3 veces.
El exterior de la sede es una pasada. Una enorme explanada, y, alrededor, un bosque autóctono gallego de unos 30.000 metros cuadrados con un sendero de 600 metros de longitud aderezado de mobiliario deportivo para echar unas carreras y hacer unas flexiones. Muy útil para liberar tensiones si en la lista de éxitos de la semana no están algunos de tus temas.
Comienza el festival #PullAndBearHouse
Y comienza el festival. Empezamos con empanada gallega, ostras, vieiras, cigalas, pulpo, merluza, estofado… lo mejor, el “pull-po”. Los camareros infatigables, y un poco madres, no paran de sacar comida y de llenarte el plato aunque dijeras que no podías más. La verdad es que siempre se puede.
En los postres se abre el photocall y comienzan a desfilar celebrities e influencers afines al perfil de Pull and Bear: Maxi Iglesias, Ana Rujas, Almudena Lapique, Johan Wald, Chino Darín, Kelly Bailey, Jay Alvarrez, los hermanos Zurita… y la estrella del evento: Brooklyn Beckham, que por la mañana fue a visitar una de las tiendas “For&From” de Pull&Bear en Ferrol, un proyecto de Inditex para favorecer la integración socio-laboral de personas con discapacidad. Una apuesta social que ha resultado muy rentable. Inditex ha conseguido un beneficio neto de 470 mil euros con este plan, una cantidad que ha revertido íntegramente en proyectos sociales de las entidades colaboradoras.
Poco a poco el festival se va animando. La gente comienza a olvidarse de los selfies, y los 2.000 asistentes bailan alrededor de la carpa donde actúa Dorian. A quién eché de menos fue a Anna Wintour, ¿no quería conocer las instalaciones de Inditex? Los de Pull&Bear se han currado la lista de acreditados y también el cartel,. Ademas de Dorian, toca Is Tropical (tuvimos a su cantante hace poco en Neo2), lo mismo que a Yelle, otra de las estrellas musicales del festival, junto a Digitalism y Natalia Ferviú con sendas sesiones a lo largo de la noche.
Pero lo que también toca a su fin es la noche. Los que decidimos dormir en Madrid tenemos que coger el avión de vuelta a la 1 de la mañana. Con tanta información, y tanta fiesta, casi olvido lo que veníamos a celebrar: el 25 cumpleaños de Pull & Bear. Yo todavía recuerdo aquellos primeros catálogos protagonizados por Mark Vanderloo (seguro que Brooklyn Beckham ni había nacido), o la revista que editaban a comienzos del siglo 21 bajo el nombre de XDYE, donde de repente salía un Mario Vaquerizo con pantalones de campana, o David Delfín, o Eugenia de la Torriente, hoy directora de Harper’s Bazaar España. Todos con su porcentaje de estilismo de Pull&Bear. Momentos históricos de una casa que cumple 25 años con eco-eficiencia máxima. Lo que será mítico forever será este súper festival #PullAndBearHouse. Un evento que permanecerá en la memoria de todas las personas vinculadas a la casa, incluidos algunos diseñadores madrileños de moda, asiduos a las pasarelas, con los que nos topamos en la pradera del festival de Pull&Bear. Alguno se hizo hasta el longuis. Curiosamente, todos los que vi llevaban gafas de sol. Y no hacía tanto sol. ¿Estarían de incógnito pillando tendencias?
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http://www.pullandbear.com
#PullAndBearHouse
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Anvero y reverso de la nueva sede de Pull&Bear en Narón (Coruña)
Imágenes del interior de la nueva sede de Pull&Bear
Zona de descanso en la nueva sede de Pull&Bear
Departamento de diseño de Pull&Bear
Departamento de patronaje de Pull&Bear
El plató de Pull&Bear
Izquierda: Departamento de diseño de mujer
Derecha: Fachada de la Concept Store de Viena
Fachada de la Concept Store de Tilburg
Fachada de la concept store de Berlín
Fachada de la concept store de Shangay
Fachada de la concept store de Taipei
Interior de la tienda de Porta del Angel en Barcelona
Interior de la tienda de Madrid en Hermosilla
Interior de la tienda de Milán en Vittorio Emanuele
Fachada de la tienda Pull&Bear For & From en Ferrol
Brooklyn Beckham en el interior de la tienda Pull&Bear For & From
Brooklyn Beckham como imagen de la campaña de Pull&Bear “jump barriers and be in the right place”
Maxi Iglesia y Brooklyn Beckham vestidos de Pull&Bear
Dorian poco antes de subirse al escenario #PullAndBearHouse
Roberto Merhi y Úrsula Corbero vestidos de Pull&Bear
Johan Wald y Ana Rujas
Chino Darin & Pamel Rangle vestidos de Pull&Bear
Almudena Lapique & Kelly Bailey vestidas de Pull&Bear
Jay Alvarrez y los hermanos zurita vestidos de Pull&Bear
