En este cuarto capítulo de la 59ª Bienal de Arte de Venecia nos dirigimos al teatral pabellón queer de Austria y al poscolonial y cinematógrafico pabellón Francés.
Ya sea por su diseño o su concepto o ambos, les franceses y les austriaques han logrado cautivar a la audiencia. Y es que además, siguiendo con el ya statement de la 59ª Bienal de Arte de Venecia, están representados por mujeres y personas no binarias. El resultado es que también las “naciones” apuntan hacia artistas de carreras prolíficas, muchas veces ignoradas, a la vez que indagan en temas como identidad, género, y colonialismo.
Siguiendo estos enlaces puedes leer el 1er capítulo de la serie, aquí el 2º y aquí el 3º.
Imagen de portada: Pabellón de Austria, Invitation of the Soft Machine and Her Angry Body Parts. Foto: Georg Petermich
Pabellón de Francia, Les rêves n’ont pas de titre / Dreams have no titles. Foto: Marco Cappelletti
La verdad es que a nosotras las propuestas artísticas de ambos pabellones, para esta tan esperada edición de la 59ª Bienal de Arte de Venecia, nos han encantado. Ahora veréis porqué.
Austria y sus “angry body parts”
El título del pabellón me recordó a una película de principios de siglo Hedwig and the Angry Inch (John Cameron Mitchell, 2001), no solo porque trata también de queerness y trans, sino por su colorido. Sin embargo “angry body parts” es una expresión tomada del beat William Burroughs. Y es que, la siempre díscola artísticamente Austria, el país más sureño de habla germánica y menos serio de todos los que están —contamos con la bucólica Suiza con sus bancos, sus chocolates y sus lagos; y la perfeccionista Alemania con su pasado y presente—, ha seleccionado para su pabellón, a les artistes Jakob Lena Knebl y Ashley Hans Scheirl.
Retrato de Jakob Lena Knebl y Ashley Hans Scheirl. Foto: Christian-Benesch
Ambes han concebido una serie de coloridas instalaciones tituladas Invitation of the Soft Machine and Her Angry Body Parts/Invitación de la máquina blanda y sus enfadadas partes del cuerpo para escenificar temas tan relevantes como la construcción identitaria, acompañada por la expresión artística y el rigor formal, tratados además de forma auto reflexiva, cosmopolita y con sobre todo mucho humor.
Invitación de la máquina blanda en la 59ª Bienal de Arte de Venecia
Sus escenarios instalativos son como una yuxtaposición, un entrelazado dinámico de espacios, estilos y símbolos que utilizan diferentes medios para captar la atención de los visitantes: desde pinturas, esculturas, trabajos textiles, fotografías, texto y video hasta una colección de moda y una revista.
La arquitectura simétrica del pabellón ha permitido realizar dos secciones diferenciadas, cada con su propia marca personal, pero que dialogan entre sí enfatizando su trabajo como dúo. Tanto Jacob como Ashley analizan el papel de la pasión y la experiencia sensual para, con sus espacios de deseo, contrarrestar las nociones convencionales museísticas y subvertir las jerarquías entre arte y el diseño, o las de alta y baja cultura. La idea de liberación de las convenciones esta presente en el pabellón, por ello se crean espacios lúdicos en los que los espectadores visitantes se convierten en actores de estas escenografías.
Ashley & Jakob / Hans & Lena
Así, la instalación de Ashley Hans Scheirl tiene como intención ser su autorretrato como pintor. Parece el proscenio de un teatro en el que se escalonan elementos escénicos planos, pero que a su vez son como capas de un cuadro desplegado —similar a los cuentos infantiles desplegables—. Es como un cuadro accesible y transitable. Y, al mismo tiempo, un escenario teatral hacia el interior del pabellón donde conecta con el trabajo de Jakob Lena Knebl.
Jakob Lena Knebl se enfoca en los años setenta, cuyo arte y diseño tienen una potente influencia en la actualidad. Su escenografía está dominada por la opulencia. Un paisaje de ciencia ficción que se extiende a lo largo de la pared trasera del pabellón configura una escena surrealista. A la vez que esculturas híbridas de tamaño natural de cerámica, cuero, fibra de vidrio, textiles y acero desafían la arbitraria línea divisoria entre arte y diseño. La artesanía se entrelaza con moldes de poliuretano realizados digitalmente e impresos en 3D.
Todas las fotos de la instalación del Pabellón de Austria, Invitation of the Soft Machine and Her Angry Body Parts son de Georg Petermich.
Retrato de Jakob Lena Knebl y Ashley Hans Scheirl. Foto: Christian-Benesch
Francia en la 59ª Bienal de Arte de Venecia
Acorde con el tema central de la expo y muchos de los temas de actualidad en el planeta, una mujer artista y de origen argelino, Zineb Sedira representa a la Francia poscolonial con un espectáculo vivo y seductor.
Una vez se accede al pabellón, se entra directamente a un café parisino donde una pareja se mueve al son de un acordeón. Parece un decorado de película, y es que lo es. Este y los demás decorados como una que parece una salas de estar del Argel de los años 1950, el París de los 1960 y el Londres de los 1980, lugares donde residió la familia Sedira, reaparecen en un film proyectado en una sala de cine a la antigua usanza situada al fondo del pabellón.
Sedira muestra una película que entrelaza su historia familiar con la historia poscolonial. Porque utiliza el propio medio del cine para cuestionar lo que es real y lo que es ficción, tanto en la historia como en el cine. Parece que se estemos viendo un fragmento de una obra maestra en blanco y negro, salvo que la escena está misteriosamente en color. O que la propia artista con amigos y familiares aparece en la escena de donde un montón de argelinos que llegan a Francia en los 1950.
Todas las fotos del Pabellón de Francia, Les rêves n’ont pas de titre / Dreams have no titles son de Marco Cappelletti.
Todas las imágenes de la 59º Bienal de Venecia son cortesía La Biennale di Venezia
La bienal de arte de Venecia, hasta el 27 de noviembre.
Siguiendo este enlace puedes leer el siguiente texto de la serie.