19762. Solos y conectados es una creación de Candela Capitán para Tanz_Kassel que se estreno durante la inauguración de 15ª edición de Documenta.
19762. Solos y conectados de la coreografía y bailarina Candela Capitán y dramaturgia de Joan Morey se estrenó el pasado sábado en el Staatstheater Kassel, una obra para seis intérpretes y un dispositivo parateatral concebida como un síntoma generacional que explora los límites del cuerpo, transgrede la danza y expone el impacto de internet en la sociedad contemporánea.
Foto de portada: 19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Corinna Rosteck. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: César Segarra. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
El título 19762. Solos y conectados de Candela Capitán parte del número “19762”. Un código numérico, una fecha, un estímulo, pero también es la referencia de un retén, una pieza industrial que se dispone alrededor del eje de giro de una máquina o mecanismo, precisamente alrededor del cual se desarrolla el espectáculo. “Solos y conectados” es una condición, un indicio, un paradigma, pero también es la paradoja de la soledad que impera en la época de los mil “amigos” en redes sociales.
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Corinna Rosteck. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
El carrusel de 19762
El alegórico carrusel de 19762. Solos y conectados es un artefacto de seducción y engaño, un mecanismo que condena a los cuerpos al drama de la rutina, un artilugio instrumental que opera a través de plataformas de comunicación inalámbrica y transforma la ubicuidad en presencia despótica, un carrusel encantado para cuerpos solos y conectados.
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Manuela Braga y María Muñoz
La soledad en la era de la hiperconectividad
La dramaturgia de Joan Morey crea, compone, escenifica y representa el drama de unos cuerpos gobernados por las redes sociales y los dispositivos móviles inteligentes. Cuerpos dóciles que acatan normas, directrices y reglas. Cuerpos que incorporan las ataduras en su razón de existir. El smartphone forma parte del engranaje de nuestras vidas y nos atrapa en un inmenso y arácnido carrusel.
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Corinna Rosteck. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
Pero también somos cuerpos desobedientes; cuerpos que manifiestan su rechazo con violencia, que buscan su liberación en la evasión, el amor y el deseo. Somos cuerpos que giran en comunidad desde la inercia de un movimiento circular infinito; cuerpos solos y conectados en el universo del capital, ensimismados en un carrusel donde el trabajo solo se manifiesta a través de “lo que puede un cuerpo”.
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Corinna Rosteck. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Corinna Rosteck. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
Un eterno giro entre la belleza y la violencia va y viene entre los cuerpos. En cada vuelta, una fisura en el universo y un paseo desconocido hacia el desierto.
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Corinna Rosteck. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
Sobre Candela Capitán
La coreógrafa, bailarina y artista de performance Candela Capitán (Sevilla, 1996) oscila entre mundos y se mueve permanentemente en una zona gris entre lo popular y lo subcultural, el escenario y la moda, la performance y la danza. Por eso juega con la sexualidad femenina y el voyeurismo, le encanta sumergirse en los abismos de la vida humana y poner en evidencia sus lados oscuros, pero siempre con una visión irónica y lúdica de las cosas.
Retrato de Candela Capitán. 19762. Solos y conectados. Foto: César Segarra© Candela Capitán, 2022. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
Sus propuestas exploran la activación y desactivación de los lazos sociales, poniendo el cuerpo en relación con otros cuerpos, objetos e imágenes colectivas. Las nuevas tecnologías de la comunicación, las relaciones transfronterizas entre disciplinas artísticas o el impacto intergeneracional y sus consecuencias son algunas de las preocupaciones que atraviesan sus piezas. Ella crea espacios oníricos y realidades paralelas en forma de coreografías, instalaciones o performances que invitan al espectador a participar directamente de sus tensiones, goces y delirios.
Retrato de Candela Capitán. 19762. Solos y conectados. Foto: César Segarra© Candela Capitán, 2022. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
Les danzantes son
Gil Amishai, Hyeonwoo Bae, Yannis Brissot, Anna Gorokhova, Ieva Navickaite, Sophie Ormiston.
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Manuela Braga y María Muñoz
19762. Solos y conectados. Foto: César Segarra© Candela Capitán, 2022. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
19762. Solos y conectados © Candela Capitán, 2022. Foto: Corinna Rosteck. Cortesía de la artista y Staatstheater Kassel
STAATSTHEATER KASSEL, TiF – Theater im Fridericianum
Karl-Bernhardi-Straße, 34117. Kassel, Alemania